GASTRONOMÍA Y TURISMO. Ocurrió una vez más. Come Ibiza recorrió la isla durante esta temporada 2016 y visitó 16 espacios donde fue dejando su tarjeta de presentación. Restaurantes y hoteles, una enoteca y hasta un chiringuito. Nuevos lugares y otros con solera, más y menos conocidos. Corría el mes julio y la temperatura media era de 28º. Casi nada fue imposible.
Restaurantes con sabor en Ibiza
Una de las primeras visitas fue a Es Terral, el delicioso restaurante que Matthieu Savariaud abrió hace cuatro temporadas junto a su novia Sandra. Ambos han encontrado una fórmula perfecta para ofrecer cocina de mercado española en un ambiente provenzal, al más puro estilo francés. Matthieu nación en Burdeos, pasó por la escuela Hofmann, en Barcelona, y se curtió luego en cocinas con estrella, como la de Salvador Gallego, en Madrid. Ha sabido fundir y hermana la cocina española y gala, con un toque asiático y de fusión, en sus elaborados y originalísimos platos, como los de pulpo con huevo escalfado y salsa de cangrejo o los medallones de ternera wagyu con salsa bordelesa. Además, ricos postres caseros. Come Ibiza da buena fe de ello. Están en el 47 de la calle de San Vicente, en Santa Eulalia, la «calle gastronómica», con cerca de 40 tiendas, bares y restaurantes en apenas 50 metros.
No muy lejos, tan solo un par de calles más arriba, visitamos Sa Carbonería, uno de los espacios Recomendados en esta web, donde Pablo Castillo y Laura Seall han sabido complementarse en un pequeño local con encanto y un gran equipo, para ofrecer una carta original en una isla con aguas no especialmente procelosas en pescados. Se trata de un asador con ricas carnes al grill, que maduran allí mismo y que aliñan con las más variadas técnicas y salsas. Sirven todas las partes de la vaca (solomillo, entraña, picaña o entrecot), además de secreto ibérico de cerdo, pollo o cordero. Y ricos postres caseros. La terraza interior se anima con música para tomar un licor de hierbas o un combinado hasta altas horas. En una veladas que más puede agradar a cualquier turista, por experiencia. De camino a Sant Carles, han abierto Punta Carretas, que Come Ibiza también tuvo oportunidad de visitar. Se trata de una suerte de rancho cool, enclavado en una amplia finca y con el mejor parrillero vasco al frente, donde el txuletón con patatas o pimientos verdes sabe a algo más que a gloria en el jardín.
Del `sushi´ al flaó y la cocina creativa
De otro corte, pero similar éxito, sin dejar el centro de Santa Eulalia, encontramos frente al puerto el japonés Kokoro Sushi Lounge, donde Carmen Alba y Víctor Estévez se han asentado en un inmenso local de logrado interiorismo nipón, hace también unos cuatro años. Cuentan siempre con un experimentado sushiman para elaborar lauténticas especialidades. Importan producto, como la anguila japonesa, de alto precio. Sirven ricos platos en su terraza. Muy cerca queda el nuevo Estel, de los dueños del agroturismo Can Curreu (también en Santa Eulalia), que se estrena este verano con un bonito interiorismo. La carta es mediterránea y luce una gran cava acristalada con valiosas referencias. Come Ibiza probó algún delicatessen en Kokoro (incluso la anguila) y también fue bien acogido en el moderno restaurante del puerto, con el mayor número de amarres de Ibiza.
En el vecino pueblo de Sant Carles de Peralta está Bar Anita, donde Come Ibiza fue excelentemente bien acogido. En la terraza, probamos las delicias de Joan Torrent y Juan Canals que nos aguardaban, como el famoso arroz a la cubana con plátano frito, acompañado de un licor de hierbas ibicencas. De postre, flaó y greixonera, los más típicos de la isla. Una auténtica delicia.
Nos desplazamos más tarde hasta Ibiza ciudad para llegar al nuevo San Telmo, en la Marina. Un restaurante próximo al puerto de la capital, con aire marinero y terraza, y el encanto de quedar escondido hacia un lateral. Allí degustamos un estupendo menú preparado para la ocasión, compuesto de rollitos asiáticos, una deliciosa raya empanada y unos pequeños huevos de codorniz con miel; todo ello servido en originales recipientes. Este nuevo rincón promete.
Nuevos hoteles, cocina fusión e ibicenca
Algo allá, en las afueras de Ibiza, llegamos al moderno Hard Rock Hotel Ibiza, en Playa d´en Bossa. Parte del hall lo ocupa Estado Puro Ibiza, el restaurante de Paco Roncero con tapas de autor. Es moderno y tiene terraza con vistas al mar. Arriba, en la azotea, está The Ninth, con impresionantes vistas. El día de la visita acogía un evento informal, con música house e informales puestos de hot dogs y pinchos morunos. Cerca queda otra sorprendente intervención arquitectónica sobre la playa: Ushuaïa Beach Hotel Ibiza, que además de un club con sesiones de rutilantes dj´s, una gran torre-hotel y un oyster bar junto a la piscina, acoge (junto a esta última), el ostentoso Montauk, un restaurante experto en carnes (con algún ejemplar en las vitrinas del acceso), y el también exclusivo oriental Minami.
En el corazón de la isla, visitamos La Belle Ibiza, en San Rafael. Allí Arnaud Lauris y Sabine Pena nos trataron como a reyes. Probamos sus langostinos en tempura de pluma bellota y un exquisito bouillabaisse de pescado y marisco, con coco y arroz basmati. Fue regado con un buen blanco Viña Zorzal de la estupenda carta de la enoteca Eivins. La velada la amenizó el fabuloso dj Tom Costino. Si continuamos rumbo al oeste, podremos bajar hasta Cana Sofía, en Cala Vedella. Allí podremos descubrir la cocina de autor de Moisés Machado, que basa en un lema: «Sencillez razonada» (alta cocina para todos los bolsillos). Visitamos su beach bar y tomamos un cóctel Coco Loco, de coco y piña, que el barman nos sirvió tras ver una magnífica puesta de sol en esta cala de aguas cristalinas.
Cascadas, vistas y una enoteca
El hotel Hacienda Na Xamena es uno de los hoteles más antiguos y emblemáticos de Ibiza. Rodeado de vegetación natural, en la montaña de Sant Joan, recuerda una bucólica hacienda, sobre un acantilado de 180 metros sobre el mar. Hasta allí nos desplazamos para probar su menú lúdico, de carne y pescado de proximidad y vegetales de su huerto ecológico, que incluye un baño en sus espectaculares Cascadas Suspendidas al aire libre, con ocho piscinas de hidromasaje. Delirante. Bajando de nuevo a Santa Eulalia, nos acercamos hasta el suntuoso Aguas de Ibiza, en S´Argamassa. Y subimos en ascensor a la azotea, donde visitamos el restaurante Vi Cool, de Sergi Arola, con increíbles vistas a la bahía.
Otra tarde de nuestro recorrido, llegamos hasta Eivins, la fabulosa enoteca de San Antonio cercana al bulevar del Café del Mar, donde nos recibieron y mostraron las novedades en vinos. Referencias de bodegas, algunas de ellas de Ibiza y Formentera, lucen etiquetadas y de forma ordenada en los estantes. Encontramos magníficos vinos nacionales y de importación, cavas, champán, destilados, licores… Embutidos y conservas. Todo, en un espacio de 50 m2, perfectamente estudiado.
Fin de ruta en un chiringuito `cool´
Por último, de regreso a Santa Eulalia, nos dimos un chapuzón en Cala Nova, una de sus playas más bellas. En un lateral se alza el chiringuito Atzaró Beach Club. Es restaurante con terraza, finas sombrillas azuladas y bonitas vistas al mar. Acoge también una boutique y una zona de masajes. De fondo, sonaba el flamenco sedoso de Chambao, generando un ambiente idílico. Finalizamos el recorrido de nuevo en el centro de municipio, donde presenciamos la reforma del Teatro España, un edificio de 1929, ahora pintado y remodelado. Originariamente fue un espacio teatral que hoy acoge sesiones de cine, además de espectáculos, festivales y demás eventos culturales. Hacia S´Argamassa queda el moderno Palacio de Congresos. En Jesús, en las afueras, el Centro Cultural de Jesús. Todo fue posible en nuestra ruta, menos alcanzar a ver todo lo que ofrece la isla.
Álbumes en Facebook
1. Es Terral Ibiza
2. Sa Carbonería
3. Punta Carretas Ibiza
4. Kokoro Sushi Lounge
5. Estel
6. Bar Anita
7. San Telmo
8. Hard Rock Ibiza
9. Estado Puro Ibiza
10. La Belle Ibiza
11. Cana Sofía
12. Hacienda Na Xamena
13. Hotel Aguas de Ibiza
14. Eivins
15. Atzaró Beach
16. Entorno de Santa Eulalia