Turismo-Cala Conta

TURISMO. El turismo en Ibiza ha ido remontando a lo largo de la temporada 2022. Las cifras evidencian la leve y progresiva recuperación del sector tras la pandemia, una situación que ha minado en numerosos restaurantes y hoteles en toda la isla desde 2020. La recuperación parece evidente, incluido el aumento del gasto por turista (un 13% más registrado en los siete primeros meses de 2022 respecto al mismo periodo en 2019, el año precovid, según Ibestat), si bien aún será necesaria alguna temporada más para copar proporcionadamente todas las sillas de los restaurantes (y no solo los que están de moda o más aparecen en las publicaciones de los influencers) y las plazas hoteleras.

Las expectativas son buenas, pero el quiebro se ha producido cuando los recursos de la isla no han dado abasto ante tanta demanda. Algo de esto se ha palpado esta temporada. Cualquier residente o turista atento habrá sido consciente de lo que ha costado coger un taxi en plena hora punta en el centro de Ibiza o de cómo las líneas de transporte público (mayormente, el autobús diurno y nocturno) se mostraban colapsadas durante la temporada. ¿Por qué no pensar en alternativas como una vía ferroviaria? Por otra parte, los recursos de transporte, como puede ser la nueva estación de autobús de Ibiza, no parecen bien canalizados, al encontrarse a desmano (en este caso) y al no existir apenas información sobre sus servicios. El fenómeno se matiza en los municipios menos urbanizados. Con todo, en una isla expuesta a recibir cerca de 3 millones de turistas anuales (como venía siendo costumbre hasta el inicio de la pandemia), todo es muy mejorable.

Recuperación progresiva

Con todo, las playas se han visto llenas de turistas, los restaurantes y terrazas, animados como es costumbre, y algunos hoteles son los que aún han experimentado aún un efecto de retén a media asta. El tiempo lo dirá, pero todo apunta a que los recursos son pocos y los turistas muchos (mayormente, españoles -un 34%-, ingleses, franceses, holandeses, alemanes, italianos y franceses), y la isla tiene sus limitaciones. Las instituciones públicas tendrán que trabajar más que nunca para recomponer una situación endeble si quieren mantener la Marca Ibiza y el auténtico sabor de la isla por lo que pueda ocurrir en un futuro próximo. Un fenómeno que puede verse acusado por el progresivo aterrizaje de tiendas multimarca, que amenazan con devorar el espíritu más hippie del que ha presumido esta tierra, su sello de identidad, y precisamente de lo que ahora carece a ratos: su verdadera autenticidad.

Distribución porcentual de turistas en Ibiza y Formentera en 2021, según Statista 2022.