SOBRE COME IBIZA. En 2013, Come Ibiza recorrió la isla visitando los espacios Recomendados y redescubriendo otros recomendables. Lo contó en 20 entradas del Blog, incluída ésta. Finos museos, restaurantes, bodegas, galerías de arte, puertos deportivos… Incluso bocatas de jamón. De todo hay en la isla, pese a sus reducidas dimensiones. Come Ibiza ha elegido esta selección de pistas para 2014 en esta entrada, con la que decir un hasta luego hasta mayo de 2014 y la nueva temporada. El proyecto sigue activo en la web y las redes sociales todo el año.
Museos en Ibiza y el barrio de la Marina
Las pistas están distribuídas por toda la geografía ibicenca: en zonas de costa y de interior rural. El recorrido arranca en Hipérbole, en el corazón de la ciudad de Ibiza, una librería con más de 10.000 referencias de libros de literatura esencialmente catalana y balear y un apartado dedicado a gastronomía, donde encontrar libros como La nueva cocina de Ibiza, de Raquel Sánchez. Una serie de jóvenes cocineros, principalmente ibicencos y mallorquines, desvelan aquí recetas y cuentan su experiencia en restaurantes de la isla. De ahí, conviene caminar hasta la Dalt Vila, el casco histórico. Situado en lo alto, merece una parada el MACE (Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza) y el centro de Medina Yabisa. Con ambos sería medianamente posible hilar una pequeña y enigmática historia sobre Ibiza. De un lado, ligada a la modernidad. De otro, a la tradición, desde tiempos de piratas y antiguas conquistas. El contraste es una constante en la isla. Es recomendable bajar luego hasta el puerto y acercarse al tradicional barrio marinero, La Marina, sin olvidarnos de visitar antes el Mercat Vell. A lo largo de sus callejuelas típicas, restaurantes, bares y pequeños comercios, muestra actividad hasta entrada la noche entre turistas y las comparsas de espectaculares gogós caracterizados, camino a las grandes discotecas. Adentrados en el barrio, puede uno adquirir una pieza de plata o tomarse un imaginativo cóctel en alguna de sus terrazas o improvisadas zonas de taburetes.
Del huerto (ecológico) a la ciudad
Los cinco espacios Recomendados por Come Ibiza son citas imprescindibles en la isla, un auténtico recorrido por la gastronomía ibicenca. Por ejemplo, la del restaurante, Cana Sofía, en Cala Vedella, con clásicos platos ibicencos renovados por su experto chef, Moisés Machado. Está en Sant Josep, al sur, donde se encuentran las playas de naturaleza salvaje. Para los amantes de la montaña (incluso en Ibiza), otra opción es la cocina de autor del francés Matthieu Savariaud en Hacienda Na Xamena, un hotel de cinco estrellas situado al norte, en Sant Joan. Allí es posible descubrir el Menú Saludable, con verduras y hortalizas extraídas de su recién estrenado huerto ecológico. Se compone de un plato de pescado del día al vapor (jurel, sirvia o dentón), un plato de verdura al wok, un zumo natural y macedonia de frutas. La idea es trasladar al comensal a un «paraíso». De vuelta al mundo real, puede uno dejarse caer por el turístico pueblo de Sant Carles de Peralta, y llegar hasta el Bar Anita. Aquí es posible probar un menú casero, postres típicos postres como flaó o greixonera. Y, de paso, llevarse uno de sus famosos licores de hierbas ibicencas elaborados por campesinas del pueblo.
Cerca, también en el municipio de Santa Eulalia, antes de la cena, empiezan a asarse las carnes de Sa Carbonería y demás especialidades la cocina regional de la carta del joven catalán Pablo Castillo. El recorrido gastronómico continúa precisamente en este municipio, donde se encuentra una de las terrazas más modernas: Amante Beach Club Ibiza. Platos mediterráneos de Carlos Fernández-Valdés y elaborados cócteles sorprenderán en una cala romántica con mesas que miran al mar, fiestas de la luna llena y vistas a Formentera. Para descubrir el famoso bullit de peix es necesario bajar a otro de los espacios recomendados en Ibiza es Es Boldado, situado al suroeste, en Cala d´Hort. Fue una casa de pescadores y conserva su esencia marinera. Riega sus viandas con vinos de denominación y ofrece vistas a los islotes de Es Vedranell y Es Vedrà. Este último, con atribuciones mágicas.
Seguir contemplando arte, más allá del de la propia Naturaleza, es posible tan sólo si uno se acerca hasta La Galería Elefante y la vecina Living Art, dos galerías de arte escondidas en el interior rural, a un lado de la carretera de Sant Joan, en Santa Gertrudis. La primera era una antigua casa payesa con selección de cuadros, esculturas, perfumes, joyas y tejidos típicos que se reparten armónicamente en sus bonitas estancias, donde también se celebran eventos, como presentaciones de libros de fotografía. La segunda era una antigua nave industrial de almacenaje de agua embotellada que hoy acoge maravillas de medio mundo, recolectadas por su dueño italiano. Mago es su nombre artístico. También en Santa Gertrudis, un pequeño pueblo con encanto, se encuentra Bar Costa, conocido por sus reuniones de artistas de los miércoles. Acoge una selección de cuadros, a modo de peculiar museo. Sobre todo, es famoso por sus bocadillos redondeados, cuya forma concede novedad al clásico emparedado, como el de jamón serrano con tomate. De todo hay en Ibiza.
Bodegas y hoteles de Ibiza, la revelación
En Ibiza todo queda cerca, así que no muy lejos, se encuentran las bodegas Can Rich, en Buscastell. Fundadas en 1997, se asientan a un lado de la carretera que lleva hasta San Antonio. Son las más productivas de la isla, en la que apenas existen otras cuatro. Vinos tintos, blancos, rosados y espumosos, además de aceites y licores de hierbas salen de esta antigua gran casa de campo payesa. Sus terrenos lo componen cientos de hectáreas de viñedo ecológico. Acogen al visitante y realizan catas improvisadas de sus vinos, todos de fino etiquetado. Totem Wines, en Sant Rafel, también vecina, es otra bodega reciente, creada por jóvenes franceses. Se han introducido con éxito en el mercado ibicenco con sus ligeros vinos rosados y blancos Ibizkus, de particular embotellado en vidrio transparente serigrafiado.
El hotel Ibiza Rocks, de difícil acceso, también se sitúa en una zona rural, junto a San Antonio. Merecerá el trayecto por el camino de cabras hasta llegar a este delirante refugio del turista británico, esencialmente, conocido por sus fiestas en honor a Freddy Mercury. Creado para amantes de la modernidad, el pop rock y las animadas carteleras de actuaciones en directo. Tiene un restaurante de cocina mediterránea con vistas, el 39, donde se celebran brunchs los domingos en torno al mundo del roast beef. Y hasta una pista de tenis de color rosa. Jardines y buganvillas descubren un mundo de fantasía, con enanos incluídos. Sus dueños son una pareja de británicos que fusionaron interiorismo, paisajismo y cierto delirio. Para amantes de alojamientos formales, está el Grand Hotel Palladium, en Santa Eulalia. Con fachada clásica, ofrece increíbles vistas a la bahía que conforman su secuencia de playas. Acoge un magnífico spa que recuerda a las termas romanas, un restaurante de cocina internacional y una romántica y enorme terraza donde comer o cenar bajo sombrillas inmaculadas. Siempre, más allá de los exhuberantes hoteles de Ibiza.
A pocos metros se encuentra Mariners, una chiringuito con aspecto de enorme haima ambientado con mobiliario de estilo étnico y con reservados. Sirve ricos pescados a la brasa, y conciertos de música en vivo en su agenda diaria. Por las mesas de su terraza es habitual ver desfilar imaginativos cócteles de los que tanto gusta el turista, culminados con mini-paraguas y bengalas chispeantes. Ofrece hamburguesas, ensaladas y platos combinados. Al lado, se encuentra la desembocadura del único río de Ibiza y de todas las islas Baleares: el río de Santa Eulalia.
Deportes náuticos en Ibiza
Desde ahí, es posible recorrer toda la playa por el paseo marítimo, de unos 2 kilómetros, hasta llegar hasta al otro extremo donde se encuentra el Puerto Deportivo y el Club Náutico de Santa Eulalia. En esta parte atracan centenares de embarcaciones dignas de ver. Decenas de restaurantes para todos los gustos, de cocina regional o internacional (incluso un restaurante hindú) se encuentran en esta bella parte de la localidad, la segunda en importancia después de la ciudad de Ibiza. Aquí nació también la Escuela Municipal de Vela de Santa Eulalia, que permite practicar deportes acuáticos, como el wakeboard, de moda en la isla. O salidas en barco hasta Ibiza y Formentera. En esta parte, también es posible encontrar restaurantes como Kokoro, el primer japonés de Santa Eulalia. Entre platos de sushi, sake y un original interiorismo realizado por su pareja de jóvenes dueños (una catalana y un ibicenco), evidencia algo importante: échale «corazón» a lo que haces (en japonés, «kokoro»).